Leonela: narración cubana

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Impr. "La Moderna", 1893 - 405 páginas
 

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Página 12 - Para terminar el esbozo es preciso señalar las diferencias que había entre Clara y Leonela. Llevaba ésta de ventaja dos centímetros de estatura; admitíase como más subido el color de sus ojos y el desarrollo orgánico daba mayor amplitud a. la línea ondulante voluptuosa que envolvía y modelaba el seno y las caderas.
Página 12 - Leonela no la seguía por esos laberintos de idealidad sentimental y se jactaba de ser más práctica, más sólida de espíritu que Clarita.
Página 1 - ... desequilibrio. Comenzaba luego la red de calles sucias, estrechísimas y dispuestas en pindárico desorden, pues casi ninguna terminaba en línea recta ; otras nacían en medio de la población revolviéndose en espirales increíbles, y muchas, como Dios, no tenían principio ni fin, todo lo cual daba a la, por otros títulos, ilustre ciudad el aspecto destartalado de un lugarón con pretensiones. Los edificios, enanos en su mayor parte, ni ostentaban la sombría expresión que revelan en sus...
Página 25 - ... Su traje excitaba principalmente la curiosidad, traje impropio del clima y de nuestras costumbres. Vestía pantalón de paño grueso y de pinta azul obscuro, chaleco de la misma tela abotonado hasta la raíz del cuello y chaquetón carmelita, capaz de tostar un pavo a la hora que era y en el país donde estaba. Un sombrero de castor de anchas alas y zapatos de becerro con holgada punta, completaban los arreos indumentarios del forastero. Era un hombre de hermosa fachada y de formidable estructura...
Página 1 - ... ciudad subiendo una loma que partía de la orilla del río y se empinaba violentamente hasta tocar las primeras casas, emplazadas en posición de verdadero desequilibrio. Comenzaba luego la red de calles sucias, estrechísimas y dispuestas en pindárico desorden, pues casi ninguna terminaba en línea recta; otras nacían en medio de la población revolviéndose en espirales increíbles, y muchas, como Dios, no tenían principio ni fin, todo lo cual daba a la, por otros títulos, ilustre ciudad...

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